Los magistrados electos por elección popular del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México TSJ-CdMx serán determinantes en la transformación y cambio en la impartición de justicia, aunque se comenta, que muchos de ellos, se les nota temerosos y titubeantes, ante el sometimiento y acoso de Karen Miranda quien es su secretaria y encargada por su jefe Rafael Guerra Álvarez de estar cabildeando con los magistrados que fueron electos, para que le den su voto al actual presidente y es que Guerra Álvarez no quiere soltar su coto de poder.
Dicen los que lo conocen que Rafael Guerra ya se enfermó de poder y va por otra reelección por la presidencia y por ello está llamando uno a uno de los nuevos magistrados para ejercer presión para que le den su voto, lo que ha propiciado un notorio sometimiento y división con los magistrados que tienen más antigüedad, los que pertenecen a la vieja guardia, en su voto estará en continuar, en más de lo mismo o efectivamente hay un verdadero cambio.
Si bien es cierto los nuevos magistrados que acaban de llegar al cargo consideran que tienen muy poco de estar en funciones para percatarse del estado que guarda la institución, las carencias y necesidades se perciben por todos lados, que son muchas y que no se ha hecho nada en años, de manera que tienen una enorme responsabilidad, su voto será decisivo para que se acabe de raíz con todas esas deficiencias y tantos vicios que se vienen arrastrando, con Rafael Guerra se seguiría arrastrando con tantos vicios, es una verdadera lástima que, no se tenga ni lo más indispensable para la impartición de justicia: no se cuenta ni siquiera con papel higiénico en los baños, ni jabón y eso es solo un botón.
