No hay más que buscarle, ni esperar cambios sustanciales en lo que ya se ha adelantado que se pretende hacer con la reforma al Poder Judicial.
Y Ricardo Monreal Ávila no le da tantas vueltas al asunto al asegurar que quienes participen en la discusión de la reforma del Poder Judicial para elegir por voto popular a ministros, magistrados y jueces, que sin duda será aprobada en septiembre próximo por la nueva Legislatura del Congreso de la Unión, no sólo serán escuchados, sino que sus planteamientos serán atendidos.
“Vamos a escuchar y también vamos a atender; esa es la idea de estos foros (que se realizarán en las 32 entidades federativas por los legisladores electos), explicó el coordinador del grupo parlamentario del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Senado de la República, y quien será a partir del 1 de septiembre coordinador de los diputados federales morenistas de la LXVI Legislatura.
“Lo que sigue es que el Poder Legislativo entre a un proceso de deliberación y ya se vote (la reforma del Poder Judicial) para poder precisar, nuestro órgano reformador de la Constitución, la materia y acatar el veredicto de las urnas”, precisó.
Explica que la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador y apoyada por la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo no terminará con el equilibrio de poderes en México, como aseguran quienes se oponen.
“No. Al contrario, refuerza el equilibrio de poderes y limita a un súper poder (en) que se estaba convirtiendo el Poder Judicial al detener al Ejecutivo con acciones absurdas, al liberar presuntos delincuentes peligrosos y al invadir la esfera de competencia del Legislativo y legislar. Al contrario, lo libera”.
La enmienda constitucional propuesta, opinó, “garantiza independencia, autonomía, pero también liberarlos, al Poder Judicial, de la influencia ilegal del crimen organizado y de la delincuencia de cuello blanco.