
Durante años, Paseo de la Reforma, se mantuvo libre de comercio informal, salvo en ocasiones especiales como muestras gastronómicas, la Feria de las Culturas Amigas o festividades como el 15 y 16 de septiembre, Día de Muertos y Navidad. Sin embargo, desde finales de 2024, el desborde de puestos en calles del Centro Histórico detonó una reconfiguración del espacio público . Las protestas, negociaciones y hasta enfrentamientos entre comerciantes, organizaciones sociales y autoridades culminaron en un acuerdo: permitir de manera temporal la instalación de vendedores ambulantes en zonas turísticas, con el objetivo de liberar espacios como la Alameda Central y el entorno del Palacio de Bellas Artes en lo que se adapta un lugar especial.