
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos utilizó medidas antiterroristas para sancionar a cinco presuntos lavadores de dinero del Cártel de Sinaloa. La acción se produjo luego de que la administración de Donald Trump clasificara formalmente a esta organización criminal como una Organización Terrorista Extranjera (FTO, por sus siglas en inglés) el 20 de febrero.
Esta medida forma parte de la estrategia del gobierno estadounidense para debilitar la capacidad económica del Cártel de Sinaloa y frenar el flujo de dinero ilícito que financia actividades delictivas y terroristas.