
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, extendió el poder de deportación a los agentes federales fuera del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), a fin de integrar a la caza de indocumentados a elementos de la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), entre otras fuerzas del orden público, mientras un juez federal suspendió la orden ejecutiva firmada por el mandatario que elimina el derecho a la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos.
El secretario interino de Seguridad Nacional, Benjamine Huffman, emitió una directiva que otorga la autoridad para investigar y detener a extranjeros ilegales a diversas agencias del Departamento de Justicia, incluyendo la DEA, la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés), el Servicio de Alguaciles y la Oficina Federal de Prisiones.
“La directiva da los oficiales de la aplicación de la ley del Departamento de Justicia con los US Marshals, la DEA, AFT y el Buró Federal de Prisiones, la autoridad de investigar y aprehender a los inmigrantes indocumentados”, indicó el departamento en un comunicado.