
Detrás de las medidas anunciadas por Donald Trump, una vez instalado en la presidencia de Estados Unidos, que ponen en vilo al mundo entero, está la oligarquía financiera norteamericana, señalaron analistas internacionales.
Ante una irreversible pérdida de la hegemonía mundial del imperialismo norteamericano y el creciente control de los mercados del imperialismo chino, el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, es una respuesta desesperada de los superricos norteamericanos para contener esta decadencia.
De tal manera que los multimillonarios han tenido que dar la cara y ser parte directamente del aparato de estado, e invertir millones de dólares para imponer a un personaje como Trump, que se ha destacado por ser implacable con su política racista, xenófoba y fascista, resaltaron los internacionalistas.