
El gobierno de Estados Unidos ha anunciado que revisará los efectos económicos que tendría la imposición de aranceles del 25% a las importaciones procedentes de México y Canadá. Esta decisión retrasaría la implementación de los aranceles, originalmente programada para el 1 de febrero, hasta el 1 de abril de 2024. La calificadora Moody’s ha sido una de las primeras en analizar las posibles repercusiones de esta medida, destacando que podría afectar los flujos comerciales entre estos países y tener consecuencias macroeconómicas y sectoriales de gran alcance, dice La Jornada.