
La Administración para el Control de Drogas (DEA) se sumó ayer a redadas realizadas por primera vez en Chicago y todo el sur de California, luego de que la administración del presidente Donald Trump ordenó cuotas diarias de hasta mil 500 arrestos de migrantes.
De acuerdo con declaraciones de agentes de ICE, la orden es que cada agente de campo debe realizar 75 arrestos diarios y que, de no lograrlo, se responsabilizaría a sus superiores.
Ahora las redadas las han hecho conjuntamente los agentes antinarcóticos y los de Inmigración y control de Aduanas (ICE). El zar de la frontera y encargado de la deportación masiva, Tom Homan, encabezó un operativo en Chicago, donde declaró que “desde ahora las redadas se realizaran en todo el país”.