Ocho sucursales de la cadena El Pollo Feliz en Tlaxcala fueron clausuradas por supuestas faltas sanitarias, pero el contexto ha encendido la polémica, las suspensiones ocurrieron días después de que el dueño de la marca, José Luis Salinas, emitiera comentarios clasistas contra el estado. Para muchos, la medida no es casualidad, sino una represalia política que ha dejado a trabajadores sin empleo y a la empresa en crisis. Aunque el gobierno estatal asegura que las suspensiones se deben a irregularidades detectadas durante inspecciones de rutina, en redes sociales existe la teoría de una venganza oficial luego de las declaraciones ofensivas de José Luis Salinas, propietario de la franquicia, contra la población tlaxcalteca.
