
Los gobiernos de México y Estados Unidos apuntan ahora a combatir las redes de huachicol fiscal, el contrabando de gasolinas en gran escala entre los dos países, en ambas direcciones fronterizas, del sur al norte y viceversa.
Esta modalidad de contrabando, que evita el ingreso al fisco de miles de millones de dólares al año, toma así el relevo en la lista de emergencias binacional a la migración o, más recientemente, al fentanilo