
Estados Unidos y China anunciaron este lunes una desescalada en su guerra comercial con una suspensión de 90 días, en la mayoría de los aranceles que se habían impuesto mutuamente.
La guerra comercial entre Beijing y Washington estalló cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adoptó a principios de abril una andanada de aranceles que golpearon sobre todo a China. El gigante asiático respondió con medidas de represalia.
En concreto, los productos chinos importados en Estados Unidos pagarán un arancel del 30% porque Washington no ha quitado una sobretasa del 20% introducida antes de abril. Los productos estadounidenses que entran en China pagarán 10% de aranceles.