Por ROBERTO MELENDEZ S.
Con el objetivo de prevenir acciones del crimen organizado que pudieran atentar contra Palacio Nacional, las que podrían ir de espionaje y hackeo hasta arrojar explosivos, autoridades federales implementaron un programa especial antidrones, el que presuntamente garantiza la seguridad en la “residencia oficial” del presidente Andrés Manuel López Obrador, en cuya administración, de acuerdo a autoridades castrenses, se han registrado aproximadamente mil ataques con este tipo de instrumentos por parte de la delincuencia organizada.
“Los ataque con drones son cuestión de ciencia ficción y prueba de ello es que en las últimas horas, sólo en el estado de Michoacán, partidas militares han sido atacadas con esos instrumentos por parte de la delincuencia, hechos en los que lamentablemente perdieron la existencia cuatro elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y se obligó a un helicóptero de esta dependencia a realiza un aterrizaje de emergencia, toda vez que se asegura fue impactado por disparos de los agresores”, comenta el penalista Enrique Fuentes Ladrón de Guevara.
De acuerdo a autoridades militares, de enero de 2020 a la fecha se han registrado, al menos, más de 600 ataque con drones cargados con explosivos, la mayoría de ellos en los estados de Michoacán, Guerrero, Tamaulipas y Baja California. No pocas de las agresiones han sido contra dependencias de seguridad, policías, soldados y entre grupos delictivos que ya cuentan en su arsenal con ese tipo de aparatos, la mayoría de ellos fabricados en China, nación que ocupa el primer lugar en ventas, las que fácilmente superan los mil millones de dólares al año.
