
El Monumento a la Raza, una de las estructuras más emblemáticas del norte de la Ciudad de México, fue recientemente restaurado como parte de un esfuerzo integral por conservar el patrimonio histórico urbano. La intervención duró alrededor de cuatro meses y reunió a especialistas en restauración, herrería, albañilería y conservación.
Para el equipo de restauración, el objetivo no fue sólo conservar el monumento como pieza histórica, sino devolverlo a la comunidad.