El Gobierno prepara un inminente plan de rescate para hacer frente a una deuda que, entre pasivos financieros y adeudos a proveedores, rebasa los 120,000 millones de dólares.
El Gobierno federal busca, de manera urgente, un balón de oxígeno para la abultada deuda de Pemex. De acuerdo con fuentes allegadas al plan emergente, el refinanciamiento plantea el contar las líneas de crédito del Banco Mundial y de bancos globales como Deutsche Bank.
