
En un movimiento notable, el IRGC anunció el uso del Khyber Shakan, el último misil balístico de combustible sólido de largo alcance, indicando que el ataque no incluía «todas las capacidades armadas todavía», señalando la posibilidad de una futura escalada.
Según conocedores, el misil Khyber Shakan pertenece a la cuarta generación de la familia de misiles balísticos Khorramshahr, con un alcance de 1.450 kilómetros. Se considera uno de los avances técnicos más destacados del sistema de misiles iraní, ya que posee una gran precisión de impacto gracias a un sistema de guiado por satélite, además de ojivas maniobrables.