
El papa León XIV, el primer pontífice norteamericano de la historia, presidió su primera misa ante los cardenales y les dijo que “ustedes me han llamado a llevar la cruz y a ser bendecido”, además de pedir su ayuda para difundir la fe católica. Fue la primera vez que León hizo comentarios públicos en inglés, después de hablar solo en italiano y español en sus primeras declaraciones al mundo desde la basílica de San Pedro el jueves.