
El papa Francisco sigue “estable”, no tiene fiebre y no ha necesitado ventilación mecánica no invasiva en las últimas horas, aunque su cuadro clínico sigue siendo “complejo” y su pronóstico “reservado” tras 17 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma, informó este domingo el Vaticano. Según el comunicado difundido por la Santa Sede, “las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables también en el día de hoy”.