
El gobierno de México también debe pedir cuentas de lo que hizo EU contra el tráfico de armas, consideró el activista John Lindsay-Poland.
Las autoridades mexicanas están advertidas sobre el panorama poco amigable y cordial que encontrarán en la Suprema Corte de Estados Unidos, cuando acudan a reafirmar y fortalecer sus demandas en contra de los fabricantes de armas con los cuales vienen librando un juicio que ya se ha extendido. Advierten que al equipo legal de México le espera un ambiente hostil en la Suprema Corte, tal como lo advirtió el coordinador de la iniciativa Stop US Arms to Mexico, John Lindsay-Poland.
Se ha informado que este martes la Corte estadunidense discutirá la admisibilidad de la demanda que presentó el gobierno mexicano en Boston, Massachusetts, contra los fabricantes de armas y pese a sus argumentos, puede pesar más la cercanía con la Casa Blanca y los intereses de estos grupos, que la realidad violenta que se vive por el tráfico de estos artefactos.
«La Corte Suprema de Estados Unidos es un ambiente muy hostil para este tema. Entonces es muy posible que la Corte haga daño no solamente a la demanda de México, sino también a otros, otros posibles remedios en contra de la violencia armada», expresó Lindsay- Poland