
Seis parques eólicos completamente construidos permanecen fuera de operación comercial por decisión del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que ha negado la interconexión o la realización de pruebas preoperativas.
Según datos de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), estos proyectos, terminados hasta agosto del año pasado, representan una inversión conjunta estimada entre 700 y 800 millones de dólares.
Ese tipo de decisiones alimentaron una percepción creciente de riesgo entre inversionistas energéticos. A lo largo de los últimos dos sexenios, México ha transitado por tres marcos regulatorios diferentes en materia energética.