Jalisco un estado gravemente afectado por el narcotráfico y la violencia, donde el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) enfrenta una tarea especialmente complicada. Además de operar en una zona altamente conflictiva, el instituto debe atender un número creciente de cuerpos, resultado no solo de la violencia y el crimen organizado, sino también del flujo constante de migrantes que atraviesan la región. A esto se suma el enorme reto de identificar a cada persona fallecida y lograr vincularla con su familia. El trabajo forense enfrenta múltiples obstáculos, entre ellos la falta de infraestructura y la limitada coordinación entre instituciones.
