
La iniciativa del expresidente Donald Trump de utilizar la base naval de Guantánamo como centro de detención para migrantes se encuentra con dificultades cada vez mayores. A medida que el plan gana atención, surgen interrogantes dentro de los propios círculos políticos y operativos sobre su viabilidad y consecuencias.
De acuerdo con diversas fuentes, la idea de emplear la instalación militar para este propósito ha sido motivo de acalorados debates, tanto dentro del Partido Republicano como entre expertos en seguridad y derechos humanos. La base, ubicada en Cuba y conocida principalmente por albergar a detenidos vinculados con el terrorismo, ha sido objeto de críticas constantes debido a sus condiciones y el marco legal que la rige.
Los opositores a la medida señalan que trasladar a los migrantes a ese lugar podría generar complicaciones diplomáticas, además de intensificar los cuestionamientos internacionales sobre el trato a las personas en situación irregular. Asimismo, argumentan que logísticamente representaría un reto significativo, tanto por la infraestructura como por los costos asociados.