Un comité del Gobierno japonés ha acordado permitir la creación de embriones humanos utilizando óvulos y espermatozoides producidos a partir de células madre pluripotentes inducidas (iPS) para su uso exclusivo en la investigación sobre diversas materias como la infertilidad o las enfermedades hereditarias.
La implantación de los embriones en úteros humanos o animales estará prohibida, al igual que los óvulos fecundados convencionales, porque podrían dar lugar al nacimiento de un ser humano, según recoge un informe elaborado por un comité de expertos en bioética.
