
El Gobierno de China criticó el domingo el arancel del 10% que la administración de Donald Trump impuso a sus importaciones, pero dejó la puerta abierta a conversaciones con Estados Unidos que podrían evitar un conflicto cada vez más profundo.
Pekín impugnará el arancel del presidente Donald Trump en la Organización Mundial del Comercio, un gesto simbólico, y tomará «contramedidas» no especificadas en respuesta al gravamen, que entra en vigor el martes, dijeron los ministerios de Finanzas y Comercio de China.