
Este jueves, la frontera sur de Texas y el municipio mexicano de Miguel Alemán en Tamaulipas, se convirtió en un escenario de alta tensión ante el despliegue masivo de militares y policía estadounidenses sobre las riberas del Río Bravo, en donde ya se han presentado algunos conflictos.
En su cuenta de “X”, Gregg Abbot, gobernador de Texas, dijo que se trata de una contención para enfrentar flujos masivos de migrantes que cruzan de manera irregular a su país. Además, este operativo ocurre a 48 horas de que agentes de la Border Patrol fueron atacados a balazos por sicarios de un cártel, según denunció en su momento el portavoz del departamento de Seguridad Pública de Texas en la zona sur, Chris Olivarez.