
Alrededor de 100 migrantes de distintas nacionalidades viven desde hace más de cuatro meses en un campamento improvisado debajo de un puente en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
De hecho, este campamento improvisado es el único instalado en una vía pública que se mantiene, ya que los demás han sido levantados por el Instituto Nacional de Migración (INM). Todos los migrantes que residen en el campamento tienen incontables preocupaciones, y las mujeres son las que más sufren por la falta de dinero para comer o para hacer sus necesidades.