
El miedo generado por las amenazas de impuestos y las políticas públicas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: aranceles, incertidumbre, deterioro del mercado laboral y caída en la confianza del consumidor, se tradujo que en abril se registrara un bache de 12.2 por ciento en la recepción de remesas.
Análisis de expertos financieros explicaron que esto significó la mayor caída desde septiembre de 2012, cuando el indicador se desplomó más de 20 por ciento anual.